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							Resumen: 
							
							
							La primera alusión a lo que actualmente es José de 
							San Martín la hace el viajero ingles George Musters 
							en su viaje acompañando a las tribus tehuelches de 
							Orkeke y Casimiro Bigua y que describe en su libro 
							vida entre los patagones al referirse a su llegada 
							al parador del Henno (Henno Kaik) el día  2 de 
							Noviembre de 1869. de este parador deriva el nombre 
							del valle a la vera del cual se encuentra emplazada 
							la Localidad valle del Henno, mas tarde y  adaptada 
							a la fonética mapuche Valle del Jenua y mas tarde 
							con la llegada del hombre blanco “Valle del Genoa”  
							(denominación actual). Este valle esta íntimamente 
							relacionado a la vida de los Tehuelches 
							probablemente desde el nacimiento mismo de la raza. 
							Según Ramón Lista en su libro “Una raza que 
							desaparece. Los indios tehuelches”  (Coni, Buenos 
							Aires, 1894, Pag. 18-26) al rescatar de un anciano 
							tehuelche Papón el mito de la creación tehuelche 
							dice: Según la tradición tehuelche, Nosjthej, padre 
							de El’lal, mata a su mujer, ábrele el vientre con 
							tajante pedernal y arranca el feto que ansia 
							devorar; pero en tan supremo momento escucha un 
							ruido extraño bajo el suelo que lo hace estremecer, 
							quedase en suspenso, y olvida al niño. Aparece 
							entonces un roedor Tenguer que recoge a El´lal y va 
							a esconderle en el sitio mas recóndito de su morada. 
							En vano Nosjthej, repuesto de su sorpresa, intenta 
							realizar su abominable propósito. Sus manos chorrean 
							sangre, la cueva es profunda y estrecha. Arde en su 
							mirada la cólera salvaje, grita con voz de trueno 
							que repercute en los Andes; pero todo es inútil: 
							El’lal seguirá creciendo al amparo protector de la 
							tierra. Nosjthej vuelve los ojos extraviados sobre 
							el cadáver sangriento de su victima. ¡ Oh portento! 
							Una fuente cristalina fluye del vientre herido... y 
							pasan los años y los siglos suceden a los siglos, y 
							ahí esta, frente a Teckel, camino de Ay-aike al 
							Senguerr, el manantial maravilloso Jentre, en cuyas 
							aguas se han bañado muchas generaciones de niños 
							Tzonekas”. En este fragmento se habla de un rio o 
							arroyo que nacería frente a Teckel (Tecka) y fluye 
							hacia Senguerr (Río Senguerr)  de lo que podemos 
							deducir, teniendo en cuenta que no existe un arroyo 
							con tales características en forma exacta, si es 
							cierto que entre dichos puntos extremos nace y corre 
							el Arroyo Genoa  aunque su nacimiento no es 
							precisamente frente al paraje mencionado  ya que lo 
							hace unos 30 km. aproximadamente al sureste de allí 
							en la pampa Tepuel (actual pampa tepel) donde 
							comienza a formarse el arroyo Putrachoique (Panza de 
							avestruz) uno de los afluentes junto al Cherque (Chiric) 
							y Seco que conforman aguas abajo el Arroyo Genoa.
							 
							
							
							(Insertar Precisiones) 
							El carácter  manso y 
							hospitalario del  Tehuelche es descrito por muchos 
							viajeros, historiadores, etc. Especialmente aquellos 
							que tuvieron la posibilidad de convivir 
							temporalmente con ellos. Dice carlos M. Moyano en 
							1876 de ellos “ estos pobres salvajes cifraban todo 
							su orgullo en llamarse argentinos y su cacique 
							Casimiro los llevaba a vender sus productos a Punta 
							Arenas, bajo la sombra de nuestra bandera, y 
							enseñaba a los chilenos, como su mejor blason, un 
							sello de plomo que le había regalado el superior 
							gobierno en el que estaba grabado su nombre como 
							Cacique nombrado por el gobierno argentino... Las 
							cualidades morales de estos indios son completamente 
							opuestas a las de los pehuenches: son 
							hospitalarios,, honrados, patriotas, incapaces de 
							cometer la menor agresión contra un extranjero” 
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