
Monte Ceballos:
El recorrido del monte Zeballos depara terrenos
especiales para la aventura: aquí se puede hacer
trekking de distintas dificultades.

Monte Ceballos:
El camino del monte Zeballos –por la RP 41– es el más
alto de Santa Cruz. Durante165 km la metamorfosis del
paisaje es sorprendente y el colorido de las rocas se
debe a la actividad volcánica que hubo allí hace mucho
tiempo, entre 70 y 90 millones de años. El trayecto
comenzó en los cañadones de los ríos Los Antiguos y
Jeinimeni. Enseguida apareció el primero de los muchos
cóndores que veríamos después.

Monte Ceballos:
En el Km 22
aparecieron Las Toscas Bayas, último adiós al lago
que había quedado atrás y lo que empezó como estepa
se transformó en un bosque de lenga y ñire. Luego
nos despedimos del río Jeinimeni para conocer el
Zeballos, el rojizo e inconfundible cerro de 2.748
metros de altura que da nombre al camino. Carlos
Moyano lo vio por primera vez en 1880 y lo bautizó
con el nombre del fundador del Instituto Geográfico
Argentino: Estanislao Zeballos.

Monte Ceballos:
Seguimos ascendiendo y atravesamos los campos de
distintas estancias, siempre mirando al solitario
cerro. De repente, vimos una extraña y alargada
formación. Parecía una muralla, pero fantaseamos con
que podía ser el lomo de un dragón enterrado.

Monte Ceballos:
La
intriga pudo más y decidimos hacer un minitrekking
hasta esas paredes que emergen como pircas
naturales; un geólogo nos hubiera dicho que
estábamos frente a lo único posible, es decir, un
dique basáltico erosionado, que se formó hace 65
millones de años mientras la Cordillera asomaba y la
Patagonia era un ardiente caldero de volcanes en
erupción.

A medida que avanzábamos, el Zeballos se hacía más
imponente y a nuestras espaldas teníamos un mágico
paisaje.
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