El Cacique
Valentín Sayhueque:
Nació en el año 1.823
aproximadamente, posiblemente en la provincia de
Río Negro, hijo del cacique Chocorí y
Yelkuláchum; su madre era de origen Tehuelche y
el padre Mapuche. Su apellido significa “dueño
de lanares” en lengua aborigen. Su poderío como
Lonco se extendía desde el norte de Neuquen
hasta el Río Deseado en la provincia de Santa
Cruz. Contaba con alrededor de 60.000 personas y
un ejercito de 8.000 hombres de lanza que
estaban a las órdenes de éste a través de
numerosos capitanejos o cacicazgos dispersos en
la Patagonia.
Fue uno de los caciques
más importantes de la Patagonia oriental. Hijo
del cacique Chocorí, de ascendencia mapuche y
madre tehuelche, nació hacia 1830. Para esos
tiempos Juan Manuel de Rosas ya presentaba su
proyecto de lucha contra los pueblos de la Pampa
y la Patagonia a la Legislatura de la provincia
de Buenos Aires. La idea de Rosas era avanzar
hacia el sur del río Colorado y remontar el río
Negro para dominar a los pueblos mapuches y
tehuelches, ya sea originarios de la región o
procedentes de la Araucanía en Chile.
Al momento de encontrarse
el explorador Musters en el Valle del Genoa lo
menciona con el nombre de Cheoeque, en 1.870 lo
visita en Caleufú Río Negro y le calcula una
edad promedio de 35 años.
En ese clima nació
Sayhueque, cuando los ganaderos de Buenos Aires
impulsan el avance hacia los territorios
pampeanos bajo control indígena, la idea del
exterminio o expulsión de los indígenas en
nombre del avance de las fronteras y la
civilización fue patrocinada por Julio Argentino
Roca que en 1878 desestimó la posesión del País
Mapuche por la fuerza, pero pone distancia entre
su palabra y los hechos que promueve; Estanislao
Zeballos que estudió La Pampa y la Patagonia y
aconseja ganarse la amistad y la confianza de
Sayhueque, pero a la vez considera que se debe
ser implacable con los pampas, puelches,
ranqueles y salineros; Napoleón Uriburu que
decide cruzar el río Neuquén y hostiliza y
persigue a los mapuches.
Cuando Sayhueque y su
gente son atacados por el ejercito en la mal
llamada “Conquista del Desierto”, éste retrocede
sin oponer resistencia. Para fines de 1.883, los
caciques Foyel e Inacayal se rinden ante el
poder del ejercito, haciendo lo mismo Sayhueque
y el 1 de enero de 1.885 presentando su
rendición en el fuerte de Junin de los Andes.
Luego de su rendición,
Sayhueque se volvió a Chubut, permaneciendo un
tiempo en Fofocahuel hasta que el año 1.895 por
pedido de Francisco Moreno al Presidente de la
República, éste concede al cacique tierras en
cercanías de la Colonia San Martín con la
llamada ley del hogar. Dicha ley permitía a los
descendientes de mapuches y tehuelches asentarse
con una determinada porción de tierra en las
llamadas “Reservas Aborigenes”.
Gobierno de
las Manzanas:
Las buenas relaciones y la
paz predominaban bajo la férrea jefatura de
Sayhueque y se extendía a varios caciques y
capitanejos del Neuquén que entonces se
denominaba “País de las Manzanas”. Tenía fama de
hospitalario y poseedor de riquezas expresadas
en ganado, caballadas y platería.
Reconocido como autoridad
por Buenos Aires, era amigo y compadre de
Francisco Pascasio Moreno. Residía en Caleufu y
sus relaciones con el gobierno eran buenas,
porque los “manzaneros” eran ganaderos y
cultivaban sus fértiles tierras y no
participaban en los malones directamente, sino
como intermediarios comerciales con Chile,
Sayhueque además se consideraba argentino. Por
otra parte, Roca quería evitar que sus 5.000
lanzas apoyaran al renombrado Manuel Namuncurá
(hijo del temible Calfucurá y padre de Ceferino
Namuncurá) que dominaba la región pampeana con
sus malones, y a quien había logrado neutralizar
militarmente en la primera etapa. En 1863 firmó
un tratado de paz con el gobierno de Buenos
Aires.
Por 1870 fue visitado en
sus toldos manzaneros del sur neuquino por el
marino y explorador inglés George Chaworth
Musters. Estuvo varios días con su comitiva
tehuelche y fue muy agasajado. “El gran Choeque
(así lo escribió Musters en su libro) hombre de
aspecto inteligente, como de treinta y cinco
años de edad, bien vestido con poncho de tela
azul, sombrero y botas de cuero”. Coincidió la
visita con un parlamento en el cual se rechazó
la propuesta de Calfucurá de un malón a Bahía
Blanca. “Este cacique tenía plena conciencia de
su alta posición y de su poder; su cara redonda
y jovial, cuya tez, más oscura que la de sus
súbditos, había heredado de su madre tehuelche,
mostraba una astucia disimulada, y su risa
frecuente era algo burlona” diría Musters, quien
fue despedido amigablemente. En 1872 visitó a
Sayhueque el mayor Mariano Bejarano enviado por
el gobierno a "tomar todos los datos posibles
sobre el número de indios que haya en esa parte
y trayecto que siguiere, calidad de los campos,
clase y situación de las aguadas, etc., y todo
cuanto pudiere interesar al conocimiento de esas
regiones". Bejarano fue testigo del rechazo por
Sayhueque del ofrecimiento de dos banderas que
le traía un emisario del ejército chileno: "el
Cacique las devolvió, diciendo que él era
argentino".
Pero quien tal vez le
expresó el mayor aprecio y lo distinguió con su
amistad fue el después perito Francisco P.
Moreno, su compadre, a quien en cierta ocasión
lo retuvo medio secuestrado, aunque no por
propia decisión sino por intervención de sus
consejeros, que no querían que Moreno pasara a
Chile. De su primer viaje y entrevista en 1875
anotaría después: “Shaihueque es un indio de
raza pampa y araucana, bastante inteligente y
digno de mandar en jefe las indiadas...es el
jefe principal de la Patagonia y manda las siete
naciones que viven en esos parajes:
araucanos, picunches,
mapuches, huiliches, tehuelches, agongures y
traro huiliches” . Tal vez su aureola de nativo
pacífico tuvo algo que ver con aquella expresión
de su padre de no enfrentarse con los blancos
pues sus ropas de infante habían sido
cristianas, lo que no debía olvidar. Su nombre
se recogió en diversas formas: Sayhueque,
Saihueque, Shaihueque, Shailhueque, Sayeweke o
el citado Choeque de Musters.
Guerra
en el Desierto:
Durante la primera parte
de la Campaña del Desierto, se producen confusos
episodios: al parecer el coronel Uriburu se ha
extralimitado y atacado más allá de donde le
había sido ordenado. En abril de 1879 Sayhueque
consultó a sus caciques mayores, reunió un
parlamento de guerreros y preparó a su gente.
Uriburu inició las hostilidades. Contra lo
esperado, ya que había tratados de paz vigentes,
Sayhueque no ha recibido la convocatoria
ordenada por Roca para conferenciar.
Roca había escrito a
Sayhueque, nombrándolo Gobernador de las
Manzanas. ¿Contradicción o táctica? Roca ha
estudiado las campañas contra los indios en
EE.UU., y conocía la experiencia de los ingleses
en la India: divide y reinarás. A unos
prebendas, a los irreductibles, plomo. Sayhueque
se dirigió a Uriburu instándolo a mantener la
paz. Uriburu no contesta al pedido de Sayhueque.
El conflicto es irreversible: mapuches y
ejército se enfrentan en Auca Mahuida y en el
río Agrio. Pero el territorio es amplio y los
mapuches libran una guerra de guerrillas,
golpeando al ejército en sus puntos débiles, sin
que se produzcan grandes enfrentamientos.
En 1881 el general Conrado
Villegas lanzó la Campaña al Nahuel Huapi, con
el objetivo de batir a los indios de Sayhueque,
que se estima, tenía en ese momento 1.000
lanceros y el gobierno ya no lo consideraba
amigo. El ejército movilizó a 1.700 hombres en
tres brigadas:
La primera brigada bajo el
mando del teniente coronel Rufino Ortega realizó
una breve campaña en la que enfrentó a Tacumán,
hijo del cacique Sayhueque. Llegó al Nahuel
Huapi el 3 de abril, dejando a su paso 23
indígenas muertos.
La segunda brigada a cargo
del coronel Lorenzo Vintter, sorprendió cerca
del Collon-Curá al cacique Molfinquéo tomando 48
prisioneros, en la búsqueda de Sayhueque dejo 17
indígenas muertos. La tercera brigada al mando
del coronel Liborio Bernal, en su camino hacia
el Nahuel Huapi capturó a 140 indígenas y abatió
a 45. Sin embargo los principales caciques
seguían libres, "Prefieren morir peleando que
vivir esclavos" y en 1882 realizan los últimos
ataques.
La campaña de Villegas
había expandido la frontera en 1882 a toda la
Provincia del Neuquén, defendida ahora por 15
nuevos fortines y fuertes: 364 indígenas más
habían sido muertos y más de 1.700 fueron nuevos
prisioneros. El 5 de mayo de 1883 el general
Villegas informaba: "En el territorio
comprendido entre los ríos Neuquén, Limay,
Cordillera de los Andes y Lago Nahuel Huapi; no
ha quedado un solo indio, todos han sido
arrojados a occidente.(...) Al sur del río Limay,
queda del salvaje los restos de la tribu del
Cacique Sayhueque, huyendo, pobre, miserable y
sin prestigio"(...) No obstante lo cual, en
noviembre el gobernador de la Patagonia general
Wintter dispuso el ataque final contra Sayhueque
e Inacayal. El teniente coronel Lino Oris de Roa
partió de Valcheta con tres columnas ligeras,
buscando a Sayhueque por Tromeniyeu, Maquinchao
y Yalalabat, pero el cacique se había esfumado.
Para entonces Manuel Namuncurá, extenuado, se
había rendido con 330 de sus hombres. Los
caciques, reunidos en un gran parlamento,
intentaron organizar una defensa desesperada.
Provistos de armas de fuego fueron al combate
con el compromiso de pelear hasta morir. Varios
caciques se vieron obligados a rendirse. Pero
Sayhueque e Inacayal estaban dispuesto a
batallar hasta el fin. En la Memoria del
Departamento de Guerra y Marina se afirma que:
"(...) se habían invitado recíprocamente con
Sayhueque que estaba en el Norte para unirse y
pelear a las tropas hasta morir. Que la
vigilancia que se tenía en los toldos era
grande, y que ellos no se separaban los hombres
más que en reducido número y por pocas horas
para bolear, teniendo al propio tiempo el
encargo de bombear el campo y cortar rastros en
todos los rumbos".
Cuando Sayhueque y su
gente son atacados por el ejercito en la mal
llamada “Conquista del Desierto”, éste retrocede
sin oponer resistencia. Para fines de 1.883, los
caciques Foyel e Inacayal se rinden ante el
poder del ejercito, haciendo lo mismo Sayhueque.
Al unirse los caciques,
acordaron una enérgica resistencia: "en
Schuniqueparia había tenido lugar un gran
parlamento, al que concurrieron Inacayal, Foyel,
Chagallo, Salvutia, Rayel, Nahuel, Pichi
Curuhuinca, Cumilao, Huichaimilla, Huenchunecul,
Huicaleo y otros caciques en representación de
su tribu y Sayhueque con todos sus capitanejos.
"...Que el parlamento se arribó a la conclusión
de no entregarse ninguno a las fuerzas del
gobierno y de pelear hasta morir, debiendo
prestarse recíproco apoyo las tribus entre sí.
Que la señal de alarma convenida era prender
fuego en los cerros, y que según su número y
situación tenían su inteligencia explicativa,
cosa que sólo era conocida por los caciques..."
Encerrona y
muerte:
Hay escaramuzas; el
ejército les cierra los pasos. Pese al juramento
de los jefes indígenas, los contrastes y la
diferencia de armamento mella el ánimo de los
nativos. No hay fuerzas ni ganado.
Los chasques revelan que
todo ha terminado, el ejército mapuche se
desbanda. Únicamente las huestes de Sayhueque
cabalgan libres, pero el cacique comprende que
es una cuestión de tiempo.
Agotado y desmoralizado,
Sayhueque se entregó el 1 de enero de 1885 con
más de 3.000 hombres. Muchos indígenas habían
muerto en combate y los restantes libraron una
última batalla el 18 de octubre de 1884. y el 1
de enero de 1.885 presentando su rendición en el
fuerte de Junin de los Andes.
Lo condujeron a Carmen de
Patagones y de ahí a Buenos Aires, previa escala
en Bahía Blanca, en el vapor Pomona. Lo alojaron
en Retiro donde pasó a ser, junto a su gente, un
objeto de observación, precisamente en las
fiestas de Carnaval. Los diarios de la época se
hicieron eco de los sucesos. Lo fotografiaron,
lo entrevistaron y lo vistieron de compadrito.
Se entrevistó con Moreno, con el Ministro de
Guerra, con el Arzobispo, con el Presidente
Roca. Pedía tierras para su gente. Un lugar para
vivir en paz, un lugar para la dignidad. El 1 de
abril lo embarcan para la Patagonia. Quedan en
Buenos Aires, presos, los capitanes fieles, su
hijo, su familia.
Los llevan a Chichinales,
cerca de la actual Villa Regina, donde estaba
parte de su gente. Este es un destino
transitorio, a la espera de las tierras
prometidas, pero pasan así más de diez años.
En 1896 Sayhueque y su
gente se acercan a las tierras asignadas. Son
las lomas de unas sierras pedregosas, en Chubut,
lejos de sus ríos y sus verdes.
Cuando se establecieron en
el valle de Genua, ya la vida del cacique se
apagaba.
Murió el 8 de setiembre de
1903 luego de que un ataque al corazón lo
derrumbara durante una ceremonia ritual en
Chubut. Lo asistió el salesiano Lino Carvajal,
quien telegrafió la novedad al presidente Roca.
El cacique Valentin
Sayhueque fallecio el 08 de octubre de 1.903 en
las tierras que habitaba, mas precisamente en el
paraje conocido como Las Salinas.
Cuando este fallece, sus
hijos quedaron con la tierra que heredaron de su
padre, pero años mas tarde la firma Lahusen se
las expropio justificando la familia del
fallecido cacique no podía pagar la deuda
contraída con la firma y de esta manera los
descendientes fueron desalojados al perder todo
derecho sobre las tierras y pasaron a ser mano
de obra barata en los distintos establecimientos
ganaderos de la zona. En la actualidad algunos
de los descendientes del cacique viven en la
localidad de Gobernador Costa y otros han
fallecido o emigrado.
Con respecto al lugar de
sepultura de los restos mortales del cacique, se
dice que se encuentran en cercanías de Piedra
Shotel (flecha de piedra en lengua aborigen),
lugar ubicado cerca de Las Salinas en el que le
fueron donadas sus tierras
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