
UN POQUITO DE HISTORIA:
Remontándonos a la fecha del
9 de diciembre de 1911, una patrulla comandada por el
Subteniente Blanco y el Sub Comisario Eufemio Palleres,
guiada por el poblador Juan Hollesen, apodado "el
Austria", encuentra a Wilson y Evans acampando cerca de
un arroyito que corría por un cañadón cubierto de espesa
arboleda, al noroeste del Lago No 1 en Río Pico.
EL
TIROTEO:
"A distancia de veinticinco metros -narra Blanco en su
informe- partió el fuego del campamento con winchester,
hecho por Roberto Evans y William Wilson, quienes
escondidos entre los árboles aprovechaban su posición
para hacer blanco en el personal de la comisión. Luego
de herir de muerte al soldado Urbano Montenegro, Evans,
al no tener tiempo para recargar su winchester y no
obstante estar herido, continua disparando con una
pistola Máuser calibre 45, alcanzando a herir al soldado
Pedro Pena, pero a su vez cae abatido por el soldado
Cándido Ríos. "Entretanto William Wilson -continua
Blanco- aprovecho la ventaja que le proporcionaba lo
escabroso del terreno y la espesura del bosque para huir
(...)". También herido en su mano izquierda, Wilson
cambia su winchester por una Colt 45 para huir mas
rápido, pero es alcanzado por el soldado Pedro Rojas
"quien le hizo un disparo de a caballo que erró, y al
aproximarse al bandido echo pie a tierra, en el momento
que aquel levanto el revolver para hacer fuego,
disparándole primero el soldado Rojas, cayendo Wilson en
el hecho atravesado por dos balas".

TUMBA DE WILSON Y EVANS:
Los cuerpos de los bandidos fueron transportados en
carro hasta la estancia del alemán Eduardo Hahn, primer
colono de Río Pico, siendo sepultados cerca de la casa y
almacén que este poseía, y al cual solían concurrir los
bandoleros, sitio donde aun hoy se yergue una cruz de
hierro con los nombres de Wilson y Evans. Juan Vidal y
Mansel Gibbon habrían huido a Chile y cambiado de
nombre.
Según Bruce Chatwin, sugiriendo que los bandoleros
muertos en Río Pico eran Butch Cassidy y Sundance Kid,
el soldado Pedro Pena, sobreviviente del tiroteo, habría
afirmado en una entrevista realizada en 1970 en Rawson
(a la edad de 104 años), que sobre los cuerpos de los
bandoleros se hallaron dos relojes de oro y la foto de
"una mujer hermosísima".
En el acta que se levanta, varios testigos reconocen los
cuerpos de los muertos como los de Wilson y Evans; en la
misma figuran, además, las armas secuestradas y otros
objetos, incluyendo una libreta de anotaciones con la
letra del tango La Morocha y los dos relojes, pero nada
se dice de la mítica foto.
Resumen: fuente Marcelo Gavirati.
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